Las estaciones

Del libro “Infancia Natural” de John B. Thomson, Cap. 17: Compartir la naturaleza con los niños (disponible en la Biblioteca de Gandia):

“El mundo está sometido a los ritmos propios de la naturaleza, que es sumamente sabia. El repetido ciclo de la salida y puesta del sol se refleja en el ritmo de la aparición de los brotes, de la floración, de la maduración de los frutos y la putrefacción….Si decoramos la mesa en consonancia con la estación del año, el niño se dará cuenta de los cambios que se realizan en la naturaleza de una estación a otra.”

A mí, particularmente, me encanta el cambio de las estaciones. Me gusta cuando empieza el invierno y cuando acaba el verano… sentir el cambio del clima, del aire, cambiar la ropa…. Me moriría en el trópico, donde siempre hace la misma temperatura.
Como me resultaba incómodo mostrar el cambio de las estaciones en una mesa, monté un “árbol de las estaciones”, donde voy cambiando la decoración con cada estación. Para el árbol escogí una rama bonita de unas de mis excursiones, una (horrible) maceta de plástico, pintura blanca y unas piedras del río. ¡Tachán¡ Para el otoño me inspiré en este tutorial de Two shades of Pink, para el invierno en el de Caterina Perez para Kireei , y para el de primavera en el de Mokkasin. Soy poco original, lo reconozco. Pero, ¿A que han quedado bien?. Me falta el verano… ¿alguna idea?

A comer...¡



La hora de la comida supone un problema en muchas familias, cuando no debería de serlo. Siendo un tema que puede dar mucho de sí, me gustaría compartir dos aspectos que me han ayudado mucho a lidiar con tan espinoso tema:

  • Elaborar un menu semanal, ayudados por nuestros hijos, puede resultar muy útil. Si se nos acabn las ideas, Eroski  Consumer elabora varios semanalmente, incluso para dietas específicas.
  • Este artículo de Kireei nos puede ayudar a aclararnos sobre cuáles deberían ser las prioridades a la hora de educar e nuestros hijos en lo que a alimentación se refiere.

Jugar como antes



A veces nos complicamos la vida con los juguetes para nuestros hijos, cuando realmente, con lo que más disfrutan es con los sencillos juegos de siempre. Uno de los juguetes que más han utilizado (y aún utilizan) mis hijos, son las tradicionales maderitas de colores. Sirven para todo: desde un zoológico a una cárcel, de una granja a una pista de fórmula 1…. la lista es tan larga como la imaginación de los niños.




En muchos pueblos, para las fiestas, ya se pueden encontrar grupos de animación que animan a los niños con jugos tradicionales, y en los colegios, el tradicional Sambori convive con las pistas de futbol o baloncesto. Si me gustan este tipo de juegos, no es por nostalgia, sino porque a lo largo de estos años, he podido comprobar en primera persona que funcionan, atraen a toda clase de niños, fomentan el trabajo en equipo o la sana competición y nos demuestran que no hacen falta grandes parafernalias para entretenerse.


... SL 43 Aielo de Rugat

Cuando de pequeña me preguntaban que quería ser de mayor, una de las prefrencias que perduró durante mucho tiempo, fue el de guarda forestal. No sé de dónde me vino esa afición, ya que me crié en una zona totalmente plana. Las montañas eran algo lejano, casi de leyenda. Cuando con 17 años me mudé a vivir a La Safor, pude por fin, disfrutar de ese amor que había nacido tanto tiempo atrás. Cuando voy a la montaña, siento que estoy “en mi lugar”. Los olores, los sonidos, me ayudan a encontrar la paz y tranquilidad que tan a menudo perdemos en la ciudad. El tiempo y el espacio adquieren nuevas dimensiones, los problemas resultan lejanos, distantes.
Y creo que es importante enseñar a nuestros hijos a disfrutar y a respetar la montaña. Si bien a veces ha costado “arrastrarlos” hasta ella, comienza a ser una costumbre familiar salir de excursión, armados con nuestros bocadillos (y una bolsa para llevarnos toda nuestra basura), y en cuanto se presenta la ocasión, seleccionamos nuestra ruta, y allá vamos.
Si queréis salir de ruta por la montaña con niños, hay que seguir algunos consejos:
  • Llevar comida
  • Llevar agua abundante. Puede faltar comida, pero jamás agua.
  • Llevar calzado cómodo y que proteja los tobillos de torceduras, y ropa adecuada para la estación correspondiente
  • Salir de buena mañana, nunca dejar que se nos haga de noche por el camino (a menos que controlemos perfectamente la ruta y los niños)
  • Planificar la ruta y descansos, teniendo en cuenta la dificultad de la misma, la edad de los niños y su experiencia en la montaña.
  • Ir al ritmo del más lento, no del más rápido.
  • Llevar un pequeño botiquín de primeros auxilios.
  • Llevar teléfonos móviles (cargados) por su hubiera alguna emergencia (con los números de emergencias memorizados), y dejar dicho a familiares o amigos que camino haremos, y a que hora tenemos previsto volver, cuántas personas vamos y un número de teléfono por si acaso.
  • Siempre caminar en grupo. No dejar que nadie se vaya solo. Separarse sólo en caso de emergencia. La marcha la deben abrir y cerrar un adulto.
  • Estudiar previamente la ruta: hacerse con mapas, conocer el desnivel, la longitud, el tiempo estimado, los cruces que encontraremos. Aprender las señales de los senderos de montaña.
  • Nunca, nunca, nunca, y repito, NUNCA, salir por la montaña cuando hay riesgo de preemergencia en la zona (consultar aquí), ya sea por vientos, tormenta o incendios.
  • Aprenderse unas cuantas canciones para entretenerles por el camino
  • Mucho sentido común
En Octubre, hicimos dos familias el SL 43 (Sendero Local) de Aielo de Rugat Además de pasar un momento estupendo, encontramos a lo largo de nuestro recorrido, gran cantidad de setas, y madroños. Por tanto es un sendero que recomiendo hacer en Otoño.
Si no tenéis idea de que ruta hacer, o creéis que ya las habéis hecho todas, podéis consultar la página webde la Conselleria de Medioambiente o el magnífico libro de “A un tir de pedra”. ¡No las acabareis todas¡


Reclamo


Gandia, Gran Ciudad, más de 75.000 habitantes, moderna, cosmopolita, y aún podemos encontrar, callejeando por el antiguo barrio del raval, con casas donde te venden las naranjas de sus propios huertos. Un placer.

La antigua Alqueria


Pasenado por ahí te encuentras cosas como esta: la antigua Alquería de Martorell, que a pesar de su tejado desguazado por el tiempo, mantiene su porte y su encanto.

Por San Antón, media hora más de sol....



Y hay que aprovecharla, aí que el sábado pasado nos dimos una vuelta por el Porrat de Benirredrá, donde conmemoran la festividad de San Antonio Abad.
Hacía frío, pero fuimos por la mañana, y nos encontramos con los talleres organizados por la Asociación "Teatre de la Il.lusió", donde los niños pudieron pasar un rato de lo más agradable y creativo.

"Els Porrats"


"Año nuevo, blog nuevo"... y una vez finalizada las fiestas navideñas, que mejor que un post sobre "que hacer el fin de semana con niños en La Safor", y sin gastarnos mucho dinero.

Los Porrats mantienen la tradición de los antiguos mercados medievales, en ellos, además de venderse chucherías, frutos secos y un sinfín de cosas, podemos disfrutar de un agradable paseo, representación de antiguos oficios, música tradicional, pasacalles, feria de atracciones, etc...

No os los perdaís:

    Del 11 al 13 de Enero, en Beniopa y Oliva
    Del 20 al 22 de Enero, en Benirredrá y Grao de Gandia (Sant Antoni)
    Del 28 al 29 de Enero, en La Fon't d'En carrós
    Del 3 al 5 de Febrero, en Potríes (Sant Blai)
    Del 11 al 12 de Febrero, mercado tradicional en el Raval de Gandia
    Del 25 al 26 de Febrero, en Rótova (Sant Maciá)